Muy, muy fácil. Tres maneras sin ninguna complicación para poder iniciar el ordenador o computadora en el entorno de recuperación. Ese en el que tenemos un menú de opciones de recuperación y de inicio seguro entre otras opciones.
Qué podemos hacer en el Inicio Avanzado de Windows 10
Nunca queremos tener que necesitar este modo, pero cuando es necesario, esto es todo lo que podemos hacer desde el entorno de recuperación:
Reparación automática y otras herramientas de solución de problemas.
Recuperación de Windows 10. Tienes un fantástico artículo donde te explicamos cómo recuperar Windows 10.
Elegir el dispositivo de inicio.
Iniciar en modo seguro.
Entrar en el setup del equipo.
Reparar el inicio de Windows 10.
Desinstalar actualizaciones.
Recuperar una imagen de sistema.
Iniciar símbolo del sistema.
Cómo entrar en el entorno de recuperación de Windows 10
Tres métodos sencillos
Desde Configuración de Windows 10
Pulsamos en el menú Inicio de Windows 10, el logotipo de Windows en la esquina inferior izquierda de la pantalla.
Pulsamos en Configuración, el icono con un engranaje.
Ya en la Configuración de Windows escogemos la opción Actualización y seguridad.
En el menú que aparece a la izquierda, pulsamos sobre Recuperación.
Una vez allí en el apartado Inicio avanzado, pulsamos el botón Reiniciar ahora.
Al reiniciar entraremos en el entorno de recuperación o inicio avanzado de Windows 10
Desde el botón Reiniciar de Windows 10
Desde el mismo botón de Inicio de Windows 10, que veíamos en el primer punto del método anterior.
Opción Inicio -> Apagado.
Elegimos Reiniciar, pero pulsando simultáneamente la tecla de Mayúsculas.
Este sistema también nos reinicia en el Inicio Avanzado.
Por comando de Windows 10
Pulsamos a la vez la tecla con el logotipo de Windows (a la izquierda de la barra del espacio en el teclado) y con ella presionada pulsamos la tecla de la letra R.
Esto nos abre la ventana de Ejecutar.
En el cuadro de texto Abrir:, tecleamos: shutdown /o /r
Y cuando pulsemos Aceptar, el equipo se reiniciará y entrará en el modo avanzado.
Con cualquiera de estos sistemas podrás entrar en el entorno de recuperación y realizar las tareas que necesites de forma super sencilla.
Cuando hablamos de copias de seguridad, lo primero que nos viene a la cabeza es salvaguardia de información, pero en realidad es sólo una parte, una pequeña parte.
En realidad, estamos hablando de productividad. Desde el punto de vista de un autónomo o una pyme, hablamos de continuidad de negocio, de poder seguir trabajando ante un fallo de algún tipo.
Veremos una aproximación a los backup o copias de seguridad, que es lo mismo, pero desde un punto de vista práctico.
Copias de seguridad
Vamos a tratar los conceptos principales, qué solucionan y qué riesgos tienen cada uno.
Al describirlos, finalmente, añadiré los nombres y siglas que los definen. Más que nada para que cuando se vean en la documentación de un producto de backup, se sepa de que están hablando.
Tampoco voy a entrar en este post en todos los conceptos, tipos y áreas a salvaguardar, sino que lo abordaré desde una perspectiva bastante general.
Bien, pues vamos al lío.
Qué es una copia de seguridad
En nuestro trabajo diario, ya seamos una pyme o un autónomo, obtenemos información, como pueden ser, por ejemplo, los datos de un cliente para cumplimentar su ficha, o datos de artículos con características y precios.
Esos datos los almacenamos en alguna aplicación como puede ser un programa de facturación, un ERP, en una hoja de cálculo, etc. para después recuperarlos y utilizarlos en algún proceso como puede ser realizar una factura, que al final nuevamente almacenamos en el disco duro.
Esta parte de nuestro trabajo, de nuestra productividad. La que hace referencia a esa parte de negocio que queda almacenada en un disco duro es la que necesitamos salvaguardar para poder continuar produciendo.
Esto es lo que protegemos con una copia de seguridad. Nuestros datos se almacenan en un aparato, normalmente el disco duro de un PC y por desgracia todos los dispositivos tarde o temprano se averían, o se borra información por error, o quedan inaccesibles por un software malintencionado.
Lo último que queremos es que cuando eso ocurra no tengamos esa información a buen recaudo en otro sito. En eso consiste un backup o copia de seguridad, en proteger la continuidad del negocio.
Por qué hacer copias de seguridad
Recuerdo el caso de una empresa que había perdido todos los datos, en ese caso por un virus del tipo ransonware.
No podían llamar a clientes porque no tenían sus teléfonos, tampoco sabían lo que habían facturado, no disponían de los precios de venta de los artículos, ni podían calcular los impuestos. Una situación en la que es mejor no pensar.
Para evitar eso, la única solución es tener copia de seguridad y no sólo una como veremos después.
De qué hacemos copias de seguridad
De todo aquello que no podamos reconstruir nuevamente. Así de sencillo.
El sistema operativo del ordenador, por ejemplo, Windows 10, se puede reinstalar, luego no es problema.
Los programas de los que tengamos medios de instalación, tampoco.
Pero sí de los datos que utilizan esos programas, de las bases de datos de las aplicaciones como un ERP o un software de facturación.
Los archivos de datos de las aplicaciones de correo, como los .PST de Outlook
Los documentos de ofimática, como documentos de Excel, Word, PowerPoint, Access, etc.
Los archivos de configuración de las aplicaciones.
Muy importante: los certificados.
Las fotografías y vídeos.
En general hay que averiguar dónde guarda la información cada aplicación que usemos y tenerla en cuenta para la copia de seguridad.
Dónde hacer las copias de seguridad
Aquí hay varias opciones:
A un disco duro externo.
A un sistema de discos en red. Se conocen como NAS.
A un almacenamiento en la nube.
Si son pocos datos, a unidades de memoria o pendrives.
En definitiva, a cualquier sistema de almacenamiento externo al disco duro donde estén los datos y que sólo tengamos acceso nosotros, que no sea un almacenamiento público o que no cumpla por ejemplo con la ley de protección de datos.
Cuantas copias de seguridad hay que hacer
Aquí casi todo el mundo falla. Son cómo mínimo tres:
A dos dispositivos distintos externos al equipo. Por ejemplo, a un NAS y a un disco externo USB.
Además, a un almacenamiento externo a la empresa. Puede ser un almacenamiento en cloud o un disco externo USB que almacenemos fuera del negocio.
La idea detrás de este sistema es que si falla la unidad de backup cuando tengamos la necesidad de recuperar una copia siempre tengamos una unidad alternativa.
La unidad externa cubre la eventualidad de una catástrofe como un incendio o un robo.
Cuánto se tarda después de un fallo en volver a estar productivo
Aquí hay que preveer cuánto tiempo de inactividad podemos permitirnos.
O, dicho de otra manera, que los costes del método de recuperación que hayamos creado sean inferiores al coste de inactividad.
Si gastamos 100 euros en los medios de seguridad y esos medios tardan en recuperar la información 6 horas, pero el coste de inactividad de esas 6 horas es de 500 euros, entonces hemos hecho un mal negocio.
Tenemos que averiguar cuánto tiempo llevará sustituir el medio de almacenamiento dañado, por ejemplo, el disco duro del PC y cuánto tiempo llevará recuperar la copia de seguridad (un poco de siglas, esto se conoce como RTO).
Con ello podremos hacernos una idea del impacto en nuestro negocio de ese tiempo de inactividad.
Cuanta información se pierde
La mala noticia es que salvo que hayamos implementado un sistema a prueba de fallos, siempre se perderá algo de información.
Podemos perder datos hasta la última copia de seguridad realizada correctamente.
Si hacemos copias diarias y estas se hacen correctamente, en el peor de los casos podemos perder la información de un día.
Si las copias se realizan semanalmente, podría ser de hasta una semana.
Nuevamente, tendremos que hacer cálculos y ver en costes de medios de backup y de productividad cuánto dinero conlleva volver a introducir la información perdida y cuánto es aceptable no poder recuperar.
Estos costes y este tiempo, tenemos que añadirlo a los anteriores de recuperación. Este concepto lo verás en las especificaciones de backup como RPO.
Este post sirve como una primera aproximación a qué debemos tener en cuenta a la hora de hacer copias de seguridad, pero sobre todo qué riesgos corremos por no hacerlas.
En un próximo artículo veremos que métodos y políticas existen y qué implica cada una.
De momento, nada más, como siempre, espero que este post os haya sido de ayuda para aclarar las ideas acerca de la importancia de la copia de seguridad, con los riesgos que supone no tenerla y con la tranquilidad que conlleva saberla a buen recaudo.
Un día te encuentras con que tu ordenador tarda tres veces más en arrancar que cuando lo compraste, aparecen errores de aplicaciones que ya desinstalaste o piensas que, aunque el antivirus te dice que no tienes ninguna infección podrías tener algún intruso. No siempre, pero a veces se tarda menos en volver a reinstalar Windows 10 o a instalar Windows 10 desde cero que en los procesos necesarios para recuperarlo.
Windows 10
Si crees que ha llegado el momento, no te preocupes. Te explicamos dos métodos para reinstalar Windows 10 y uno para descargar legalmente el DVD de Windows 10 desde su fuente original, de manera que puedas instalar Windows 10 desde cero.
En TODOS LOS CASOS:
Asegúrate de tener una copia de seguridad de todos tus datos.
Asegúrate de tener acceso a los usuarios y contraseñas que necesites y tuvieras almacenados en el equipo.
Asegúrate de haber hecho copia o tenerla de los certificados personales (DNI electrónico, certificados de la FNMT o cualquier otro que uses)
Cuando hayas hecho el backup. HAZ OTRO.
Recuerda: Windows se puede reinstalar, tus datos NO.
Reinstalación de Windows 10
Con este método podrás volver a tener una instalación limpia de Windows 10 pero sin formatear el disco duro, con lo que todos tus archivos estarán dónde los dejaste.
Eso sí, tendrás que reinstalar todas tus aplicaciones. Pero con eso ya contabas, ¿no?
Bien, el procedimiento es el siguiente:
Abre el menú Inicio
Pulsa sobre el icono del engranaje (Configuración)
Ve a “Actualización y seguridad”
Ve a la opción del menú de la izquierda “Recuperación”
Verás la opción “Restablecer este PC”, con el siguiente texto: “Si el equipo no se ejecuta correctamente, restablecerlo puede ser de ayuda. Con esta opción puedes elegir mantener tus archivos personales o eliminarlos y después reinstalar Windows”.
Pulsa en el botón “Comenzar”
Recuperación Windows 10
Ahí te vas a encontrar dos opciones separadas por sus respectivos botones. Vamos a ver cada una de las dos opciones:
Restablecer Windows 10
Reinstalación de Windows 10 conservando archivos
Esta opción reinstala Windows 10 y la devuelve a su estado original. El ordenador queda como recién salido de fábrica, pero con la diferencia de que ahí estarán todos tus archivos.
Este proceso no formatea el disco y mantiene las particiones que tenías originalmente.
Elimina las configuraciones que hubieras hecho en el equipo. Las malas, pero también las buenas, es decir todas.
Quita las aplicaciones que tuvieras instaladas. Tendrás que volver a instalar todas las aplicaciones.
Si tu ordenador o computadora venía de fábrica con Windows 10 preinstalado, casi con toda seguridad traería instaladas aplicaciones de prueba y herramientas del fabricante. Estas volverán a instalarse de manera que el equipo quede como el primer día.
Se eliminan también todos los controladores de dispositivo. Presta especial atención a las impresoras y escáneres. Deberás tener nuevamente los instaladores de sus respectivos controladores para volver a instalarlos.
Ten en cuenta que, si tu ordenador es un equipo portátil, debes tenerlo conectado a la fuente de alimentación o asegurarte de que tengas suficiente batería.
Aquí comienza el proceso. Es sencillo y sólo debes responder adecuadamente a las opciones que te ofrezca.
Cuando termine tendrás unas Windows 10 limpias y en perfecto estado.
Reinstalación de Windows 10 quitando todo
Si escogemos la segunda opción de “Restablecer PC”, la que indica “Quitar todo” que como indica “Quita todos los archivos personales, las aplicaciones y la configuración”, tendremos que seguir prácticamente los mismos pasos que en la opción anterior, pero hay que tener en cuenta que:
Elimina todos los archivos que tuvieras en el equipo. Asegúrate de tener copia de seguridad de todo lo que necesites, de tus datos personales y de bases de datos de aplicaciones, etc.
Asegúrate de haber hecho backup de todo varias veces.
El equipo volverá al estado inicial con Windows 10 recién instalado y si lo elegiste y el equipo venía con Windows 10 preinstalado, también con el software que viniera de fábrica.
También tendrás que reinstalar aplicaciones y controladores de dispositivos.
Tienes una nueva opción, en “Cambiar configuración” te ofrece dos posibilidades:
“Eliminación de datos” Activada: Además de borrar los archivos del equipo se asegura de que no se puedan recuperar. Es muy útil si vas a entregar el equipo a una tercera persona (por ejemplo, si lo vas a vender, donar o regalar)
“Eliminación de datos” Desactivada: Elimina los archivos, pero con software especializado quizás se pudiera recuperar alguno de ellos.
Usar los medios de instalación para reinstalar Windows 10
En ocasiones puede ocurrir que nos muestre el mensaje “No se puede encontrar el entorno de recuperación. Inserta tu medio de instalación o de recuperación de Windows y reinicia el equipo con el medio.”
Creación de medios Windows 10
Este mensaje hace referencia al DVD de instalación de Windows 10. Pero es posible que no se disponga de él, así que vamos a ver cómo podemos obtenerlo para iniciar una instalación de Windows 10 desde un medio externo, como puede ser un DVD o una memoria USB.
Necesitarás
Una conexión a Internet desde el equipo en el que descargas el programa de creación de los medios y espacio suficiente para la descarga.
Si vas a crear el medio de instalación en una memoria USB, debe estar vacía y tener al menos 8 GB de capacidad.
Si por el contrario deseas crear un DVD de instalación, deberás tener una grabadora para crearlo y un disco para ello.
Dichos los requisitos que pueden parecer obvios pero viene bien tener un checklist y que no se olvide nada, vamos a la dirección de descarga.
Desde esta dirección bajo el título “¿Estás deseando instalar Windows 10 en tu PC?” verás el botón de descarga de la herramienta de creación de medios.
Cuando la ejecutes, verás que te ofrece dos opciones: Actualizar el equipo o crear los medios de instalación. Escoge esta última opción.
A continuación, te permitirá seleccionar el idioma, la edición y la arquitectura. Por defecto te ofrecerá las que crea más adecuadas, pero tienes la opción de cambiarlas. Lo normal es que, si necesitas cambiar algo, sea el idioma.
El siguiente paso es escoger qué medio quieres crear: Un DVD o una memoria USB.
Escoge la que sea adecuada para tí y a continuación seleccionando la unidad comenzará el proceso de creación.
Una vez termine, tendrás lo necesario para realizar una instalación limpia de Windows 10.
Una consideración final
Estos procedimientos son un último recurso. Si el equipo lo ves lento, quizás quieras probar antes los consejos que damos en el artículo sobre como acelerar Windows 10.
Un ordenador ágil es sinónimo de productividad y al final, de eso va un negocio, ya sea PyME o autónomo.
