Esta función recibe distintos nombres en función del navegador, incógnito o InPrivate, pero su utilidad es la misma: Al cerrar el navegador borra las cookies que se hayan cargado durante la sesión, el historial, el caché, las contraseñas y los datos de formularios de esta navegación.
El motivo más habitual para usar este modo es por el acceso a sitios web, que se realizan habitualmente desde el ordenador o computadora personal, pero que por algún motivo puntual se va a realizar desde otro equipo del que no es propietario. Como pueda ser acceder a Internet desde un equipo público o desde un equipo que no es nuestro.
Qué nombre reciben en cada navegador
El mismo tipo de acceso a Internet recibe nombres distintos en función del navegador que estemos usando. Si estamos usando un equipo que no es el nuestro y el navegador que tiene instalado no es al que estamos habituados, bueno es saber qué nombre recibe y dónde lo podemos encontrar.
Según el navegador recibe distintos nombres:
Google Chrome: Nueva ventana de incógnito.
Microsoft Edge: Nueva ventana de InPrivate.
Mozilla Firefox: Nueva ventana privada.
Opera: Nueva ventana privada.
Brave: Ofrece dos modos, Nueva ventana privada y Nueva ventana privada con Tor.
Como abrir ventanas en modo incógnito, InPrivate o seguro
En el menú de aplicación de cada navegador encontramos en la tercera opción el inicio de una nueva ventana con este modo.
¿Qué es la ventana de incógnito? – Google Chrome
En el caso de Google Chrome, El menú de personalización está en la esquina superior derecha identificado con tres puntos verticales
Una vez que se abre el menú, escogemos la tercera opción: “Nueva ventana de incógnito”.
¿Qué es la ventana de InPrivate? – Microsoft Edge
En el navegador de Microsoft, el menú se llama “Configuración y más” y se encuentra igualmente en la esquina superior derecha, identificado por tres puntos horizontales.
De igual manera, una vez abierto, escogemos la tercera opción “Nueva ventana de InPrivate”.
También podemos iniciarlo, igual que con el navegador de Google con la combinación de teclas Control + Mayúsculas + N
¿Qué es la ventana privada? – Mozilla Firefox
En Mozilla Firefox, la tercera opción del menú de la aplicación, que es el que tiene tres rayas apiladas verticalmente en la parte superior derecha del navegador, está nombrada como “Nueva ventana privada”
Podemos iniciarla también con la combinación de teclas: Control + Mayúsculas + P
¿Es privada la navegación de incógnito?
Según el estudio del navegador DuckDuckGo de 2017, menos de lo que la mayoría de la gente piensa.
Según este estudio, el resultado del cuestionario realizado en EEUU, el 46,1% de los usuarios lo ha utilizado alguna vez y de ellos el 66% ha sobrevalorado la privacidad de la navegación. Veamos porqué.
Al cerrar una ventana que se encuentra en modo incógnito, InPrivate o privada se eliminan bastantes de los elementos que puedan verificarse posteriormente en el equipo local y que sirvan para conocer qué páginas se han visitado o qué consultas se han realizado. Pero solamente en el equipo local.
Estas otras cuestiones se deben tener en cuenta:
La dirección IP desde la que navegamos y las de los sitios que visitamos pueden ser registradas por los operadores de internet por los que pase la comunicación.
Los servidores web de los sitios que visitamos registran cada petición que se realiza, tanto de páginas como de imágenes y desde qué dirección IP se realizan.
Si el acceso se realiza desde un centro de trabajo o educativo, es posible que registren también las direcciones a las que se acceda y desde dónde.
Las descargas de archivos que realicemos en modo incognito no se eliminan, permanecen igualmente.
La navegación privada no protege contra virus y malware. Sólo el sentido común o un buen antivirus lo hacen.
Las cookies no son el único método de rastreo. El modo privado sólo elimina estas últimas. Tanto Chrome como Edge al iniciar una ventana privada ofrecen la opción de bloquear las cookies de rastreo, pero esto no es una garantía absoluta.
Y hasta aquí nuestra aportación, esta vez en el modo incógnito o InPrivate de los navegadores.
Hay diversas razones por las que podemos necesitar, en un momento dado, volver a formatear un disco duro externo o formatear un pendrive, que para el caso es lo mismo:
Puede que contenga información que ya no necesitemos y este procedimiento sea más rápido que borrar los archivos y carpetas una a una.
Necesitamos acceder al disco duro externo tanto desde Windows como desde un Mac indistintamente.
Creemos que contiene archivos con virus y ante la duda vemos más seguro formatear la unidad externa.
Algún error ha dañado el volumen lógico, la unidad ha quedado inaccesible y la única manera de poder volver a usarla es dándole formato nuevamente.
En este artículo en Pymecity te explicamos cómo realizar el formateo de un disco duro externo de la manera más sencilla y habitual. Hay otras maneras de dar formato a una unidad en Windows, pero en general, son necesarias en casos particulares y muy concretos.
Este es el proceso más normal y genérico de dar formato a un disco o un pendrive.
Formateo fácil en Windows de un disco duro externo
Acceder a la ventana de formatear una unidad de disco externa es sumamente sencillo.
Para ello abrimos el Explorador de archivos, bien desde el menú de Windows en el apartado de Sistema de Windows o bien accedemos a él en el icono de la carpeta amarilla que tenemos por defecto en la barra de herramientas en la parte inferior del escritorio.
Localizamos la unidad que queremos formatear y la seleccionamos situándonos sobre ella.
Al pulsar sobre la unidad con el botón derecho del ratón se desplegará un menú contextual.
Veremos que una de las opciones que nos ofrece es Formatear…
Pulsamos sobre ella y nos abrirá la ventana de dar formato a la unidad.
Si pulsamos sobre el botón Iniciar comenzará el formato rápido de la unidad.
Esta es la opción más habitual y normalmente no necesitaremos cambiar ninguna de las configuraciones por defecto.
Pero en ocasiones sí necesitaremos cambiar alguno de estos valores predeterminados. Te explicamos en Pymecity cuáles son y en qué ocasiones tendremos que escoger otros valores.
Opciones de formato
Cómo hacer el disco visible en macOS 11 o anteriores
El tipo de sistema de archivos por defecto de Windows es NTFS.
Se puede usar en casi cualquier tipo de equipo y sistema operativo, excepto en los equipos Mac.
MacOS versión 11 y anteriores sólo soportan los formatos FAT, el antiguo sistema de archivos de MS-DOS que sólo soporta tamaños de volumen hasta 32 GB y el más moderno exFAT.
Si desplegamos la opción de Sistema de archivos dentro de la misma ventana de formato, nos ofrecerá además del formato por defecto NTFS, también el formato exFAT.
Debemos seleccionar el formato exFAT para tener compatibilidad con macOS.
Cómo optimizar el formato para archivos grandes o muy pequeños
Cuando se almacena un archivo en un disco duro, éste se divide en bloques de un tamaño determinado.
El Tamaño de la unidad de asignación determina el tamaño que tendrán esos bloques de almacenamiento.
Por defecto nos ofrece bloques de 4096 bytes.
Esto quiere decir que, si almacenamos un archivo de 10 bytes de tamaño, realmente ocupará en el disco duro 4096 bytes. Y si almacenamos un archivo de 6000 bytes ocupará dos bloques de 4096 bytes, es decir 8192 bytes.
En general lo más sensato, salvo que tengamos claro lo que hacemos, es dejar el valor por defecto que nos proponga Windows.
Utilizar valores mayores tiene sentido solamente cuando la gran mayoría de los archivos sean de tamaño grande, como películas de video, discos completos de música o fotografías en formato RAW, de manera que un archivo ocupe un menor número de bloques y por lo tanto tengamos menos probabilidad de fragmentación en el almacenamiento.
Por el contrario, escoger un tamaño menor de bloque tiene sentido si el disco duro externo va a almacenar fundamentalmente archivos muy pequeños, menores del tamaño de bloque que nos ofrece. De manera que se optimice el uso del disco.
Pero, repito, salvo que lo tengamos muy claro, lo mejor es dejar en este caso los valores por defecto que nos ofrezca Windows.
Dar formato rápido o no
Si damos formato rápido al disco, se creará la estructura lógica del sistema de archivos, pero no se verificará el estado físico del disco.
Tampoco inicializará cada sector del disco, manteniendo los datos que hubiera originalmente, de manera que, con software especializado, con suerte, sería posible recuperar información después del proceso de formato.
Si queremos asegurarnos de que se inicializan los sectores del disco y por lo tanto se comprueba su estado, debemos desmarcar la opción de Formato rápido.
Tardará bastante más tiempo el proceso, pero se realizarán esas tareas.
Cambiar la etiqueta al disco duro
Una opción interesante es personalizar la etiqueta del disco con el texto que queramos, de manera que cuando lo veamos en el Explorador de archivos podamos diferenciarlo de otros discos duros externos y hacernos una idea del tipo de contenido que contiene.
Si estás experimentando, o alguna vez te han ocurrido, problemas del tipo de pantallazos azules de error, que detienen completamente Windows, también conocidos como errores BSOD (Blue Screen Of Death o Pantalla azul de la muerte). Y sí, efectivamente, a quien se le ocurrió el nombre se pasó de dramático, la mayoría de las veces tiene un sencillo arreglo.
Vamos a ver qué pasos debemos seguir para intentar acotar el problema de manera que sea posible encontrar una solución.
También, pueden ocurrir problemas que impiden poder seguir trabajando con el PC y provocan otro tipo de errores o simplemente el equipo se queda bloqueado.
Aislar el problema
El problema se encontrará en uno de estos tres componentes de nuestro equipo:
El hardware
Windows o sus componentes
En alguna aplicación.
Deberemos analizar cada parte por separado en el orden descrito antes, de manera que, una vez descartado un apartado, podamos saltar a evaluar el siguiente, sin dejarnos tentar por adelantarnos y saltarnos pasos. Eso solamente lo podrá hacer un profesional con los conocimientos y la experiencia apropiados.
Cómo saber si mi hardware está bien
El hardware del PC está compuesto por la parte física del mismo: Los elementos electrónicos y mecánicos.
Los técnicos de soporte de los fabricantes disponen de medios para chequear cada componente del PC, pero sin más herramienta que las que nos proporciona Windows 10 podemos averiguar si los principales elementos del equipo están funcionando correctamente.
Muchos fabricantes también incorporan software de diagnóstico específico para la marca y el modelo de ese PC y que ya vienen preinstalados de fábrica. En algunos casos sus resultados son válidos para iniciar un proceso de garantía.
La mayoría de los errores del tipo de pantallas azules que han sido provocados por un fallo de hardware, se producen por uno de estos dos componentes: el disco duro, ya sea mecánico o SSD, o la memoria RAM.
Obviamente no son los únicos que pueden provocar este tipo de fallos, pero sí los más habituales y los que podemos comprobar con los elementos que nos proporciona Windows 10. Veámoslos.
Comprobar el estado del disco duro
Desde hace ya más de 20 años los discos duros incorporan un sistema de predicción de errores cuyo resultado puede ser leído bien por la BIOS del ordenador o bien por software especializado.
Este sistema se conoce como SMART. Con él, el disco duro desde que comienza a funcionar hace un seguimiento continuo de parámetros vitales del estado del motor, de los cabezales de lectura o del estado de la superficie de los platos del disco.
Usando Seguridad y mantenimiento
Windows 10 (y las versiones anteriores del sistema operativo) leen periódicamente el estado de SMART y lo incorpora a Seguridad y mantenimiento, que podemos encontrar en el todavía existente Panel de control (Aquí te explicamos cómo abrir el Panel de control).
La verdad es que es muy escueto. Tan solo dice si hay fallo o no, pero para descartar problemas por ese lado es más que suficiente.
El acceso a Seguridad y mantenimiento los podemos encontrar abriendo el Panel de Control tecleándolo en el icono de búsqueda en la barra de herramientas, situado abajo de la pantalla a la derecha del icono de Windows.
Una vez en Seguridad y mantenimiento, desplegamos Mantenimiento y allí encontraremos la indicación Estado de la unidad. Si indica que está Correcto podemos estar tranquilos en ese aspecto.
Cuando se abra la consola de símbolo de sistema ejecutamos el comando:
wmic diskdrive get status
Si nos devuelve Status OK, sabremos que nuestro disco duro goza de buena salud.
Comprobar la memoria RAM
Windows 10 incorpora una herramienta de chequeo del estado de la RAM. La podemos lanzar mediante la ventana Ejecutar (recuerda: Tecla de Windows + R), donde tecleamos:
mdsched.exe
Esto nos lanzará la utilidad Diagnóstico de memoria de Windows.
Para poder realizar el chequeo, necesita que la memoria RAM se encuentre lo más libre posible, de manera que el diagnostico se iniciará al arranque de Windows.
No ofrecerá dos opciones:
Reiniciar inmediatamente y lanzar la utilidad de diagnóstico en el arranque.
Dejarla configurada para que se inicie en el siguiente arranque del sistema operativo.
Elegiremos la que más nos convenga en ese momento.
El proceso de chequeo es una tarea que puede requerir bastante tiempo y dependerá tanto de la velocidad del procesador como, naturalmente, de la cantidad de RAM de la que disponga el PC.
Debemos dejarle terminar el proceso. Nos indicará en la pantalla el porcentaje que lleva completado.
Una vez que se complete, Windows se iniciará normalmente y tendremos que abrir el Visor de eventos para consultar el estado del análisis.
El Visor de eventos lo podemos encontrar en el Panel de control (ya vimos antes cómo lanzarlo) y dentro de él en Herramientas administrativas.
O en la ventana de Ejecutar, tecleando:
eventvwr.exe
Una vez abierto, desplegamos en la zona de la izquierda Registros de Windows y pulsamos sobre Sistema.
Esto nos mostrara el registro de sucesos correspondientes a esta área. Encontraremos entre los últimos la entrada correspondiente al chequeo de RAM con el texto en la columna Origen que indica MemoryDiagnostics-Results.
Si indica que no detecto errores, podemos descartar también esta parte del PC.
Consideraciones finales
Es posible que fallen otros componentes de hardware del PC, cuyo diagnóstico requieren otras técnicas, pero estos dos son los más habituales.
Desinstala las aplicaciones que se hayan instalado posteriormente a la fecha en la que empezaron a surgir los fallos, vuelve a un punto de restauración anterior.
Si por el contrario, detectaste errores en el disco duro, unidad SSD o en la memoria RAM, se deberían sustituir estos componentes. Lo ideal es que lo haga un servicio técnico cualificado.
Si el chequeo del disco duro ha indicado fallo, aunque parezca que funciona bien, realiza una copia de seguridad inmediatamente y sustituye el disco. No arriesgues los datos ya que estos son la materia prima con la que realizas tu trabajo.
Es posible que, en caso de fallo, si el equipo es muy antiguo no haya componentes o la reparación supere el coste de un equipo nuevo. Entonces quizás ha llegado el momento de pensar en su sustitución.
Ya sea porque tenemos la necesidad de ejecutar comandos de Windows sencillos o porque es el entorno de ejecución que conocemos, en ocasiones necesitamos abrir el Símbolo del sistema.
Como está en proceso de ser sustituido actualmente resulta bastante más complicado encontrar la manera de ejecutarlo.
Te explicamos tres métodos para hacerlo.
Abrir Símbolo del sistema desde el menú Inicio
Este es probablemente el sistema más sencillo para alguien acostumbrado a usar el menú Inicio, aunque se tarda un poco más en localizarlo que con los otros procedimientos.
Abrimos el menú Inicio de Windows, el icono con el logotipo de la marca en la esquina inferior izquierda de la pantalla.
Vamos al grupo de la letra S y allí encontraremos la carpeta Sistema de Windows.
Al desplegarla encontramos el acceso a Símbolo del sistema.
Una vez que tenemos el cuadro de texto de Ejecutar, tecleamos cmdy a continuación el botón Aceptar.
Listo, se nos abrirá la ventana de Símbolo del sistema.
Abrir Símbolo del sistema desde Buscar
Quizás el procedimiento más rápido de todos.
A la derecha del icono del menú Inicio encontramos la lupa de Buscar.
Podemos encontrarnos un cuadro de texto para buscar o la lupa solamente, en cuyo caso hacemos clic sobre ella para desplegar la búsqueda.
Tecleamos símbolo del sistema y la primera opción que nos ofrezca será el acceso que necesitamos, lo seleccionamos y listo.
Aunque este elemento de Windows que anteriormente se conocía como “Interprete de comandos” lleva con nosotros desde las primeras versiones del sistema operativo, deberíamos acostumbrarnos a usar su mucho más potente heredero PowerShell. En otra ocasión hablaremos de él.
La ventana de Ejecutar de Windows nos permite lanzar aplicaciones o comando de manera muy rápida. Si no conoces cómo hacerlo o quieres aprender algún sistema nuevo, te explicamos cómo hacerlo.
Hay varias razones por las que es importante conocer este sistema, estas son las principales:
Ejecutar aplicaciones de las que conocemos el nombre del ejecutable y de las cuales no hay entrada en el menú ni ningún acceso directo.
Ejecución rápida de aplicaciones conocidas
Poder ejecutar aplicaciones con parámetros. Esto no sería posible desde un acceso de menú o desde un acceso directo.
Aquí te explicamos tres métodos para abrir la ventana de Ejecutar desde el más sencillo al más rápido:
Abrir la ventana de Ejecutar desde el menú Inicio
Hacemos clic en el menú Inicio de Windows 10 con el botón de la derecha del ratón.
Entre las últimas opciones del menú que se despliega, encontraremos Ejecutar.
La seleccionamos y ya tenemos la ventana abierta.
Abrir la ventana de Ejecutar desde Buscar
A la derecha del icono del menú Inicio de Windows 10, encontramos el icono o el cuadro de texto de la búsqueda de Windows.
Tecleamos en el cuadro de texto de búsqueda ejecutar.
El primer resultado que nos muestre será el de Ejecutar.
Lo seleccionamos y nos abrirá la ventana que buscamos.
Abrir la ventana de Ejecutar con combinación de teclas
Quizás el método más complicado, pero también el más rápido de los tres.
Pulsamos simultáneamente la tecla con el símbolo de Windows y sin dejar de presionarla pulsa a la vez la tecla de la letra R. Mira la imagen de abajo y veras la distribución de teclado con las teclas que indico.
Se abrirá la ventana de Ejecutar sin más pasos.
En más de una ocasión necesitaremos usar esta opción de Windows. Si no la conocías, seguro que alguna vez la necesitaras y ya sabes cómo abrirla.
El Panel de control es una parte de Windows, del que forma parte desde las primeras versiones.
Tradicionalmente se ha encargado de recopilar el acceso a todas las herramientas de configuración del sistema operativo.
Desde Windows 8 se han ido migrando sus opciones al nuevo componente Configuración, pero en Windows 10 todavía quedan muchas opciones que, o bien se deben configurar en el Panel de Control, o se pueden realizar en ambos componentes.
Te propongo tres métodos para acceder al Panel de control:
Acceder al Panel de control mediante el menú Inicio
En el menú Inicio, el icono con el logotipo de Windows en la esquina inferior izquierda de la pantalla.
Baja por las carpetas y opciones hasta que veas la carpeta Sistema de Windows.
Si la despliegas verás la entrada al Panel de control.
Acceder al Panel de control mediante búsqueda en la barra de tareas
Justo a la derecha del icono de Windows del menú Inicio, tienes, o bien el cuadro de búsqueda, o el icono de una lupa que lo abre.
Teclea en el cuadro de búsqueda “Panel de control”.
Verás que en el primer resultado encontrado te ofrecerá el acceso al Panel de control.
Acceder al Panel de control mediante Ejecutar
Con alguno de los métodos que explicamos en este artículo sobre cómo abrir la ventana Ejecutar. El más habitual es usar la combinación de teclas Windows + R.
Teclea “control” y pulsa Intro o el botón Aceptar.
Listo. Se abrirá el Panel de control.
Consideraciones finales
Existen algunos métodos más, pero estos son los más habituales y prácticos.
Mientras no se acabe de migrar todas las opciones de configuración a la nueva zona, ciertas tareas no queda más remedio que seguir usándolas desde el ya tradicional “Panel de control” de Windows.
Los iconos de las herramientas del Panel de control los puedes ordenar con el selector que está situado arriba a la derecha por:
Categorías
Iconos grandes
Iconos pequeños
También puedes buscarlos en el cuadro de búsqueda que está situado en la parte superior de la ventana del panel.
