Acelerar Windows 10

por Dic 1, 2021Seguridad

Si cada día que arrancas tu ordenador te parece que lo hace más despacio y que recién instalado el inicio era mucho más rápido, entonces necesitas optimizar y mejorar el rendimiento de Windows 10.

En realidad, me refiero a acelerar Windows de una manera coloquial. Al fin y al cabo, la máxima velocidad es la que proporcione el ordenador y su combinación de procesador, disco duro, memoria, etc.

En ese punto sólo se puede mejorar realizando cambios en uno de esos componentes, como cambiar un disco duro mecánico por uno SSD, ampliar memoria o hacer cambios en el procesador.

Acelerar Windows 10

¿Entonces podemos acelerar Windows 10 al máximo?

Pero, si que podemos mejorar el rendimiento de Windows 10 hasta que llegue a lo máximo que pueda dar, que resulta ser aquel momento que recordamos con nostalgia, cuando recién adquirido nuestro equipo terminaba de iniciar cuatro veces más rápido de lo que hace actualmente.

Vamos a ver cómo podemos realizar estas optimizaciones.

Windows Update

En primer lugar y a no ser que haya una razón justificada, como pueda ser que sepamos que una actualización concreta todavía no se ajusta a nuestro equipo, siempre hay que tenerlo actualizado, tanto nuestras Windows como todas las aplicaciones que tengamos instaladas. En el caso de Windows 10 es muy sencillo:

  • Pulsamos sobre el menú Inicio
  • Hacemos clic en el icono del engranaje / Configuración
  • Nos vamos a la última opción: Actualización y seguridad
  • Y allí seleccionamos la primera opción: Windows Update
  • Si hay actualizaciones pendientes lo ideal es instalarlas, salvo que, como decía antes, sepamos que por alguna razón debemos esperar. Si no hay ninguna nos podemos asegurar pulsando el botón “Buscar actualizaciones”

Pulsa aquí para abrir directamente la opción de Actualización.

Aplicaciones instaladas

En muchas ocasiones instalamos aplicaciones para resolver una necesidad puntual, otras veces hemos instalado programas porque pensábamos que serían ideales para una tarea y después de ejecutarlos una vez nos damos cuenta de que no se ajustan a lo que necesitábamos. Pero en ambos casos se nos quedan instaladas aplicaciones que ya no usamos y que en muchas ocasiones cargan componentes que ocupan memoria y uso de procesador.

Lo ideal es desinstalar todas aquellas aplicaciones que ya no usamos ni vamos a usar.

Aquí hay que tener cuidado de desinstalar solo aquello que hayamos instalado nosotros o que sepamos con seguridad que no es un componente del sistema o una aplicación necesaria.

Si tenemos dudas con alguna de ellas es mejor dejarla instalada.

Aplicaciones de inicio

Podemos acelerar el inicio de Windows 10 enormemente. Para ello tenemos que asegurarnos de que las aplicaciones que se ejecutan cuando iniciamos Windows sean las que necesitamos y que no sean cosas que no necesitamos y que consumen recursos del ordenador y enlentecen el inicio.

Aquí sí podemos hacerlo con tranquilidad, ya que tenemos la opción de deshabilitar una aplicación del inicio de Windows y si vemos que nos genera algún inconveniente, con volver a habilitarla quedaría solucionado.

Vamos a ver cómo se hace:

  • Para ello debemos abrir el Administrador de tareas. Dos métodos (aunque hay más):
    • Combinación de teclas (Manteniendo pulsadas las dos primeras, pulsar la tercera) <Ctrl> + <Alt>+<Supr>. En el menú que aparece seleccionar “Administrador de tareas”.
    • Combinación de teclas <Ctrl> + <Mayúsculas (la tecla con la flecha para arriba)>+<Esc>.
  • Una vez abierto el administrador de tareas, nos vamos a la solapa “Inicio”
  • Entre las aplicaciones que tengan la columna “Estado” en “Habilitado” veremos cuales nos interesa que se arranquen al inicio y cuales podemos deshabilitar.
  • Las que deseemos deshabilitar lo hacemos seleccionándolas y pulsando el botón “Deshabilitar”.
  • Siempre podemos volver a habilitarlas realizando el proceso inverso, o ejecutarlas cuando las necesitemos, sin necesidad de que arranquen en el inicio.

Cuidado con los virus y malware en general

Debemos asegurarnos de que nuestro sistema se encuentra libre de software malintencionado.

Desde hace tiempo, Windows 10 incorpora un software antivirus y de seguridad en su versión básica, que es Windows Defender.

Si tenemos soluciones de otros fabricantes de antivirus, estupendo. Debemos ejecutar periódicamente un chequeo completo a todos los discos y memoria para asegurarnos de que no tenemos intrusos.

Si no es así podemos chequear el equipo con las herramientas online de las que disponen algunos fabricantes, como ésta de ESET.

Limpiar archivos temporales de Windows 10

Ésta es quizás la tarea de limpieza donde más se nota la mejoría de velocidad y por lo tanto quizás la más importante a la hora de ajustar para obtener el mejor rendimiento. Por otra parte, actualmente es sumamente sencillo realizarla y programarla para que se realice periódicamente de manera automática.

Volvemos nuevamente a nuestras opciones de configuración de Windows 10 en el botón Inicio y a continuación en el icono del engranaje /configuración.

Una vez que estamos en las opciones de configuración, nos vamos a la primera opción “Sistema” y allí escogemos la opción “Almacenamiento”. Podemos ir directamente pulsando aquí.

Activamos el “Sensor de almacenamiento” accionando el selector y a continuación pulsamos en “Configurar Sensor de almacenamiento o ejecutarlo ahora”.

En las opciones que ahora nos ofrece escogemos cada cuanto tiempo queremos que haga limpieza de archivos temporales. En mi opinión, “Semanalmente” es una buena opción.

Nos aseguramos de que se queda marcada la opción “Eliminar los archivos temporales que mis aplicaciones no usan”.

El resto de las opciones de limpieza las seleccionamos según creamos mas conveniente. Son útiles, pero ya no afectan a la velocidad, sino al uso del espacio del disco duro.

Al final se encuentra el botón “Limpiar ahora”. Ya que estamos aquí y que probablemente deseemos acelerar Windows 10 ahora, aprovechamos y lanzamos la tarea. Probablemente veamos una mejoría importante.

Otras tareas

Puede que notemos que el equipo se comporta lento mientras actuamos con sitios o páginas WEB. Esto se puede resolver realizando tareas de limpieza en los navegadores, pero esto da para otro post.

También puede que tengamos problemas de conectividad de red o con WIFI. Si es así puedes ver este post en el que explicamos esos temas y cómo resolverlos.

Espero que te sean de utilidad estas ideas. Si las aplicas, verás como tus Windows 10 notan la mejoría.

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